Decía Plinio Corrêa de Oliveira que Lourdes era el anuncio de que Ella ejercerá su poder y ejercerá de forma inédita su reinado.

Decía el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira un día, en una víspera de la fiesta de Lourdes, que las apariciones de la Virgen allá nos deberían hacer pensar en la Mediación Universal de Nuestra Señora, es decir en su poder total junto a Dios, en su capacidad de conseguir todo de la Voluntad Divina.

Afirmaba el Dr. Plinio que el poder de la Virgen, su efectiva realeza, es porque ella era el punto de convergencia de todas las gracias del Universo, es decir, todas las gracias que Dios enviaba a los hombres eran enviadas por medio de Ella, y todos los pedidos hechos a Dios pasaban por Ella.

Pero acrecentaba el Dr. Plinio que Ella no era un mero canal, que lo es, sino que las gracias de Dios al pasar por este canal purísimo, y los pedidos de Dios, al elevarse hasta el Creador por ese canal de diamante, tomaban una nota marial, una nota de Ella.

Los pedidos hechos a Dios, al pasar por ese puente de cristal llamado la Virgen, tomaban nota ‘mariaforme’. Y las gracias que Dios enviaba al mundo al pasar por ese conducto de oro, tomaban nota materna y marial, y efectivaban la realeza de María sobre todo el Universo.

“El foco de la predilección divina se concentró por entero en Ella”, decía el Dr. Plinio.

Continuaba él afirmando que la aparición de la Virgen de Lourdes es un punto pinacular de una serie de apariciones de la Virgen en el S. XIX, cuando ya la ola de descristianización se hacía sentir en el mundo, y que estas apariciones (Fátima, La Salette, Lourdes, la Medalla Milagrosa) eran el toque de clarín del Reino de María que se hacía escuchar cuando las tinieblas ya eran densas.

Y que este anuncio de la prontitud del Reino de María era confirmado por la creación de la mayor fuente de milagros de toda la Historia, que es el santuario de Nuestra Señora de Lourdes.

Estos milagros que ocurren en ese rincón bendito de Francia, tienen un mensaje subyacente que ratifica el poder mediador de la Virgen, porque es un decir algo como “yo todo lo curo”, “yo todo lo puedo curar”, incluso las dolencias más graves, incluso las dolencias de una civilización, pues Ella, por su realeza, por su poder de mediación ante Dios, tiene un total dominio sobre la naturaleza, sobre la historia, incluso sobre el Corazón de Dios. Los milagros que ocurren en Lourdes ratifican la noción de que todo viene de Ella, y nos hacen desear la proclamación del dogma de su Mediación Universal.

Lourdes es el anuncio del reconocimiento de su Mediación Universal; Lourdes es el anuncio del Reino de María.

Pidamos a Ella, en esta fiesta de Lourdes, cualquier curación que necesitemos. Pero sobre todo pidamos que el Reino de María llegue pronto a nuestras almas, y al mundo.

Redacción (11/02/2021 08:39, Gaudium Press)