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Un pan hecho en honor del Niño Jesús

Imaginemos cuán paradisíaca debía ser la convivencia de la Sagrada Familia en el seno de la humilde casa de Nazaret y qué hacía el pequeñito Niño Dios cuando al estar con hambre le pedía a su Madre algún alimento. ¿Qué le daría Ella a Jesús? ¿Un pedazo de pan? Si era esto, se trataría, evidentemente, de un manjar de primerísima categoría. Porque si “el aroma del pan es la honestidad del panadero”, conforme se suele decir, ¿cómo sería el olor de una iguaria preparada por la Reina del Cielo y de la tierra? Intentando imaginar e imitar un pan hecho por la Virgen María para el Niño Jesús, podemos usar una receta de los habitantes de Dresde (Alemania) que preparaban durante el Adviento un pan llamado “Stollen: un pan levemente fermentado y dulce, que contiene mucha mantequilla, especias, frutos secos y fruta confitada, entre otros ingredientes.

Dependiendo de quien lo hace, adquiere un sabor propio. Las variantes se multiplicaron de generación en generación y no faltan los que mantienen en secreto la forma de prepararlo.

Pero se trata siempre de un pan típico de la época de Navidad, cuyo formato alargado y blanca cobertura recuerda a los alemanes la silueta del Niño Jesús envuelto en pañales.

 

¿Cómo preparar un Stollen para esta Navidad?

Ingredientes

1.ª parte: 500 g de harina de fuerza

/ 1 cuchara (sopera) de levadura

en polvo / 1 cuchara de azúcar avainillado

/ 1 pizca de sal / ralladura de

5 limones y 5 naranjas / 1 cucharilla

(de café) de cardamomo / 1 cucharilla

de canela / 1 cucharilla de anís /

1 pizca de nuez moscada.

2.ª parte: 2 huevos / 375 g de

mantequilla / 250 g de requesón /

100 g de azúcar / 6 gotas de esencia

de almendra. Parte de la mantequilla

puede ser sustituida por

grasa vegetal, pero esto haría que

la masa quede menos suave y más

propensa a quebrarse.

3.ª parte: 200 g de pasas blancas /

200 g de pasas negras / 100 g de almendras

trituradas / 200 g de orejones

y 100 g de fruta confitada, todo

cortado en cubitos / ron o coñac.

Cobertura: 100 g de mantequilla

/ 50 g de azúcar glas / 50 g de azúcar

avainillado.

Modo de elaboración

Cuarenta y ocho horas antes de

comenzar la preparación, deje las

pasas en remojo con ron o coñac.

Mezcle en un bol los ingredientes

de la primera parte y bata en la

licuadora los de la segunda. Triture

bien las especias instantes antes

de añadirlas, pues eso hará que den

más sabor.

Junte todo hasta formar una pasta

homogénea y añada cuidadosamente

los ingredientes de la tercera parte.

Viértalo en un molde untado con

mantequilla y espolvoreado con harina

y cuézalo en horno precalentado

a 180 ℃, hasta que la masa quede

seca y con un color ligeramente dorado.

Estando el pastel aún caliente,

retírelo del molde y embadúrnelo

abundantemente con mantequilla

derretida, espolvoreando bastante

azúcar glas y azúcar avainillado mezclados.

Trabájelo con cuidado para

que no se rompa.

Envuélvalo en papel de aluminio

y guárdelo en lugar fresco y seco,

pero no en el frigorífico. En los climas

más cálidos, una semana de

reposo será suficiente. Sin embargo,

para que esté en el punto exacto conviene

esperar un mes o más.

Si se opta por dejarlo reposar un

tiempo largo, se aconseja inyectar

amaretto con una jeringuilla una

vez por semana. Esto ayudará a

conservarlo y hará con que tenga un

sabor muy especial. Y, para darle

un aire diferente a la receta, se puede

envolver el Stollen con mazapán,

bañarlo con chocolate negro y decorarlo

con láminas de almendra.

Isabela Obrzut Corbeta

Listado de Conciertos de Villancicos 2021

Listado de los Conciertos de Villancicos de los Heraldos del Evangelio 2021 en España.

¡Confinados…pero bien acompañados!

Desde hace algunas semanas, e incluso meses, nuestros horarios han cambiado, nuestras actividades han sido suspendidas, se ha puesto de moda el teletrabajo, hay menos viajes y salidas… ¡Es inevitable! nuestros hábitos se han visto afectados por el confinamiento, sin embargo, ¡podríamos aprovechar esta ocasión para instaurar unos nuevos!… Por ejemplo, ¿por qué no le damos un poco más de espacio a la oración en nuestras vidas?

Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.”

Juan 15:17

A continuación, te ofrecemos algunas sugerencias para instaurar una rutina nueva y sencilla:

  • Un “café con Dios”: empieza el día acercándote al Padre, con un poco de tiempo de oración. Se trata de un momento sencillo y acogedor, en el que saludamos al Señor y le ofrecemos nuestro día mediante una corta oración.

  • Algunas “pausas con el Aliento de Vida” durante el día: aparta dos o tres momentos de la jornada para agradecer a Dios por sus beneficios, para presentarle acción de gracias. Esto nos ayudará a ver lo que es bello y bueno en nuestras vidas, a pesar de los tiempos difíciles que vivimos, en los cuales también puede ser difícil mantener la esperanza.

  • Un almuerzo con el Señor: antes de comenzar a comer, y sin importar si lo haces solo o en compañía, pídele a Dios -a través de la bendición- que bendiga y alimente a aquellos que tienen hambre.

  • Un tiempo para la Palabra: es importante sacar un poco de tiempo al día para meditar en la Palabra de Dios, ya sea leyendo el Evangelio del día o guardando un versículo en nuestro corazón. “Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor.” (Salmo 27:14), “Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo.” (Mateo 28:20).

  • Un momento de compartir para mis hermanos: podemos llevar en nuestras oraciones los sufrimientos de nuestros hermanos durante este período de pandemia, a través de meditaciones sobre la sanación interior. Además, podemos presentar en nuestras oraciones a todos aquellos que sufren económica y psicológicamente durante esta época.

Una Navidad diferente

Todo el mundo habla de que esta Navidad será diferente, pero muchos lo dicen porque no podrán reunirse, celebrar fiestas, realizar compras, o hacer lo mismo que hacían todos los años.

Sin embargo, esta Navidad puede ser diferente para nosotros por otros motivos. Es verdad que no ha sido un año como los demás. Este año de pandemia nos ha enseñado muchas cosas, entre otras, nuestra fragilidad, nuestra pobreza, nuestra dependencia de Dios.

Y ese aprendizaje es bueno porque nos ayuda a descubrir donde debería estar puesta nuestra esperanza y nuestra confianza, solamente en Dios. En ese Dios que se hizo Niño en Navidad, un niño con fragilidades y pobrezas como nosotros. Con hambre, frío y sueño.

¿Y sus padres? Fuera de su hogar, buscando un sitio donde dar a luz al Creador del Universo, con dudas, con miedos, igual que nosotros, con dolor, pero con esperanza en el Salvador que iba a venir.

Entonces, ¿qué tiene esta Navidad de distinta a las demás? Se parece bastante a la de Jesús. Con pobreza, con imprevistos, tal vez lejos del hogar, con incertidumbre. Jesús se hizo hombre y padeció lo mismo que nosotros, ¿quién sino ese Niño luego hecho Hombre nos comprende en nuestra Navidad, en su Navidad?

Esta es una Navidad diferente y puede ser la mejor Navidad de tu vida, si te sirve para buscar al Salvador, al Redentor del mundo. Le encontrarás en las pequeñas circunstancias de tu vida, en tus dificultades, en tus soledades y también en tus alegrías. Nunca estás solo porque ese Niño está junto a su Padre y el Espíritu Santo habitando en ti, por lo que estas Navidades las pasarás en familia, ¡qué mejor familia que la que habita en tu corazón y de la que formas parte!

Para que esta Navidad sea la mejor, entra en tu interior, recógete, dedica todos los días a estar un rato de oración, participa en los sacramentos. Vive una Navidad donde el Niño nazca en tu corazón. Que esta Navidad nos haga de verdad valorar la vida de todo ser humano, nuestra propia vida, el don de la vida.

Lee algún libro espiritual y participa en alguna comunidad espiritual de Hozana que te ayude. Dale calor al Niño y déjate calentar por su Amor que es el Espíritu Santo.

Y que estemos alegres porque como decía San León Magno en uno de sus sermones navideños:

Hoy, queridos hermanos, ha nacido nuestro Salvador; alegrémonos. No puede haber lugar para la tristeza, cuando acaba de nacer la vida; la misma que acaba con el temor de la mortalidad, y nos infunde la alegría de la eternidad prometida.”

Vive una Navidad diferente y compártela con tus seres queridos, esta Navidad puede cambiar tu interior, puede cambiar el mundo.

¡Feliz Navidad!
María Jesús Esteban, por Hozana